jueves, 26 de marzo de 2015

Mi día, debería tener 28 horas mínimo.

Yo y mis despistes.
Vivir de forma apresurada, hace que sea una j****a despistada.
Ya entregué la matricula del cole de mi pequeña albondiguilla. En el último día de plazo, como siempre lo hago todo.
Nuestra rutina diaria, es una locura.
Nos despertamos a las 8 de la mañana, me ducho, preparo su mochila, la vestimos, y sale corriendo con su papá al cole. Cuando pasan 20 minutos.... Zas! Me dejé el babero encima de la cama.
O el agua, o la agenda...
Nunca más de una cosa a la vez, menos mal, por que cualquier día, se lleva la mochila vacía y se deja la niña en casa.
Vamos a tope todo el día, corriendo de un lado a otro, del trabajo a la guarde de la guarde a casa, de casa al trabajo...
CONCILIACIÓN: esa gran panacea, el país de nunca jamás...     
Suena a chiste viejo.
Mientras unos padres, tengan turno partido con (en su caso) más de 8 horas de trabajo, no existe la conciliación familiar.
Ayer me dijo: Es todo una rutina, menos mal que nos quedan los fines de semana...

Unos padres, deberían tener derecho a disfrutar de los hijos y no tener que elegir entre vida familiar o trabajo. Tener dinero para poder subsistir o pasar tiempo con tus hijos sin poder pagar cosas básicas.

Está claro que no espero que me den una “paguita” para que yo esté en casa con mi hija, por que gracias al cosmos, tengo 4 tardes y 2 sábados al mes para disfrutar de ella... Pero su papá, con un trabajo precario, sin asegurar y cobrando sólo los días que va, no puede permitirse ese lujo.
Después, lees que en otros países, lo ponen tan fácil...
4 meses de baja maternal.
Dejar a tu bebé en otro lugar que no es su casa, con 4 meses, llorar por que te despegas de ese ser que durante 9 meses fue parte de tu cuerpo y que aún te necesita...

Ahora casi lo llevo peor. Cuando llega a casa por la noche, no puedo disfrutar de ella. Está tan cansada y llega tan tarde...
Cuando viene con el papi a traerme al trabajo, se va llorando y eso, me parte el alma.
Ojalá un cuponazo, para que no tengamos que sufrir más.

Mil millones de besos mamis.

1 comentario:

  1. Yo me regodeo de mi desgracia y entiendo como te debesnsentir. M!e regodeo porque gracias que están las cosas como están, sufro económicamente, pero vivo rica en momentos con el pequeñO.
    Suerte de esos días que dices, si no, todo sería mucho más complicado para ambas.
    En este país todavía vivimos bajo una mentalidad muy cerrada.
    Un saludo!

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