miércoles, 18 de mayo de 2016

Todos son risas, hasta que aprende a decir ¡un Taco!

Lo reconozco. Soy una J****a malhablada.

Uso tacos a modo de expresión cuando estoy con familia o amigos y llevo meses intentando corregirlo.
Es algo muy común... así que me es difícil.
Hasta para decir algo bonito se usan tacos... Pues bien. Hace unos días el "abuelito" le hizo una broma a la pequeña albondiguilla tocándole una orejita mientras jugaba.
Ésta reaccionó espetando un: - Ehhhh! Ya!- .
El abuelo estaba gracioso, así que repitió la broma.
Y ella, soltó: - Ehhhhhh! Gilipollas!-.
Mi padre se quedó con las patas colgando... no sabia si reírse por la situación, echarse a llorar por idem, o lavarle la boca con jabón.
Al final, tomó la decisión acertada. No le prestó mayor atención y siguió con normalidad. Ella no sabe que es eso y darle importancia, solo serviría para fijarlo como hábito.

Anoche, llegamos a casa, llené su bañerita de agua tibia y mientras jugaba con sus decenas de juguetes, aproveché para hacer cosas.
Ella jugaba con un Mickey Mouse de goma, que le encanta y parloteaba entre risas.
- Mickey es Gilipollas-.

¿Hola? ¿Acabo de oír lo que creo que acabo de oír? Su papá vino hacia mi, conteniendo la risa y me preguntó ¿Tu oíste lo mismo?
-NO TE RÍAS!!!!! -. Por lo que más quieras... no te rías.

Me muero de vergüenza sólo de imaginarlo, pues ya al oírlo... me da algo.
No me quito de la cabeza ese Twit que una vez leí: **Los padres que se ríen de los hijos que dicen tacos, son los mismos que lloran en Hermano Mayor.**

Poner los pies sobre la mesita del salón, no comer brocoli, criticar a amigos, dormir en el sofá, coger una golosina que cayó al suelo de casa, beber directamente de la botella, andar descalza, morderse las uñas, dormirse tarde, y un laaaaaaaargo etc de cosas feas que hay que evitar.



lunes, 16 de mayo de 2016

En mi nuevo libro "Vuélveme a contestar y te reviento el hocico"...

En mi nuevo libro "Vuélveme a contestar y te reviento el hocico" explico como llegar a ser unos padres comprensivos y pacientes.


El otro día, una amiga que acaba de ser mamá, me dijo: Bueno, cuando pasen unos meses, todo será más fácil.    Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja POBRE ILUSA!!!!!!!!!
Amiga, ojalá se quedaran así. Pequeños. Que lloran, comen, cagan y mean.
Tan adorables. Tan poco "móviles". Tan tiernos.

La Pequeña Albondiguilla, tiene 2 años, 4 meses, y 16 días con todos sus minutos y segundos y creeme, que echo de menos las noches de lactancia, los llantos por los gases y pasarme el día con sus casi 4 kilos en brazos.

Ahora son 15 kilos de niña, que lloran por que quiere que la cargue en brazos. Una melena rubia aparentemente nórdica que se enreda con una facilidad pasmosa. Un conjunto de churretes que me moja más que a la propia placa-ducha cuando berrea pidiendo ayuda mientras la ducho.
¿Cómo cabe tanta mala leche dentro de un cuerpo tan pequeño? ¿De donde saca tanta rabia?

Poneos en situación: Salida del cole. En los brazos, bolso que pesa 12 kilos... (cosas de mujeres) mochila cole, pan, algún juguete...
-Mami, coger! Mami coger!-  Un trayecto de 5 minutos, hecho en 25 minutos. Harta... me rindo. Sigo andando dejandola atrás y cuando se avista "El chino" dice: Mamiiiiiiii chino!!!!!

Luz. Eso es el chino. Luz al final del túnel.
Pues justo antes de llegar a mi amado oriental, un señor, le hace alguna gracia y ella, se lanza de espaldas a un charco.
¿Mi cara? Un poema. Al borde del ataque de histeria, la agarro por el abrigo y me la llevo a casa de los abuelos casi en volandas.
60 minutos. Una  maravillosa hora le duró el berrinche. NO había persona humana que calmara esa rabieta. No existe. Acabé dándole sus preciadas chuches, comiéndome con patatas el castigo impuesto.

¿Dónde queda esas mirada asesina de madre que toda madre lanzaba a sus hijos y éstos se cagaban por el pernil del pantalón? ¿Dónde está ese temor a la zapatilla voladora? ¿Dónde están los castigos ejemplares?

Señoras, no tengo autoridad. Ni dignidad.
El padre, menos.


Me veo en "SuperNany, Hermano Mayor y Callejeros"... ya veréis, ya.

viernes, 6 de mayo de 2016

No estaba muerta! ¿Estaba de parranda?

Estoy aquí ¿eh?
No vivo en una fiesta constante. No me he desmadrado por la soltería, ni me he ido al Caribe dejando abandonada a la Pequeña Albondiguilla.

La soltería siendo mamá, es muy diferente a como la recordábamos.
Ahora, los horarios, los pone ella. Las cervecitas después del curro se reducen a los fines de semana que está con su papá y las noches de ocio, te las pasas pensando en si te echará de menos y si habrá cenado bien. ¿HOLA?
Mis amigas, son solteras, sin hijos y al principio, es todo tan raro... cuando ellas hablan de "maromos" yo ahora solo puedo hablar de operación pañal y lo mal que durmió anoche... Los maromos, son algo secundario en la vida de una mamá moderna...
Por que ahora un maromo te dice:
-Hola guapa, ¿que tal?
Y una mamá moderna al borde del ataque de nervios contesta:
-Pues aquí emborrachándome, evadiéndome, por que soy mamá a jornada completa de una niña que todo lo pide llorando, que se me tira al suelo en la calle con berrinches del copón y yo ya no puedo más... (entre sollozos).
¡¡Y claro!! Ese hombre sale corriendo dándose patadas en la nuca, que ni el correcaminos...
Es un buen arma evade-moscones.

Si las mamás nos quejábamos de no tener tiempo para nosotras, para depilarnos, o relajarnos, probad a separaros. Já !
Veréis que divertido es hacer las tareas de madrugada. Elegir entre cepillarte el pelo o usar mascarilla y que sea lo que Dios quiera... cenar unas lonchas de chacina, por que a penas tienes fuerzas ni para abrir la nevera...

Pero bueno... este fin de semana, La Pequeña Albondiguilla, está con papá.  Voy a ir mandadole al camarero de mi terraza favorita una Whatsapp y que vaya poniendo a enfriar la botella de José Cuervo, el limón y la sal, que esta noche, tengo mucho que sollozar.

Mil besos mamás! y recordad: Ante la duda, mascarilla y que sea lo que Dios quiera...