Aun recuerdo cuando "Mi Pequeña Albondiguilla" se limitaba a comer y dormir.
Esos meses en los que sólo tenias que enchufarle la teta y observarla en silencio.
Ains! Cuanto añoro ese "estar sin hacer nada"
Hace dos semanas que empezó a andar perfectamente y madre del amor hermoso... ¡Como le gusta lanzar cosas al retrete y al cubo de la fregona!
Sufro un microinfarto cada vez que pierdo de vista mi amado Ipad y mi imprescindible móvil.
Ahora pide las cosas con un sonoro gruñido y ha aprendido a chantajear con berrinches.
Por cierto, ¿sabéis cuanto dura un berrinche si lo ignoras?
Porque en la Tv, a supernanny le funciona a la perfección pero lleva 15 minutos paseándose por el salón llorando a moco tendido y no hay manera. Además, cuando le hablo grita más.
Esto es ser mamá. El martirio de los berrinches inconsolables...