jueves, 18 de febrero de 2016

En mi libro "Te reviento a ti y a tu puto padre" enseño a mediar en conflictos en parques infantiles. VOL II

"Cuando nuestra víctima, se convierte en verdugo".

Un chascarrillo de un post anterior, se ha convertido hoy en realidad.
La Pequeña Albondiguilla, saca su instinto primitivo y le ha cogido gustito a eso de morder compañeros de clase.
Prometo que la alimentamos bien... que no quepa la menor duda.

Bien, pues después de comerme un par de marrones y tener que disculparme con alguna mamá cercana, por que siento ese mordisco como si me lo hubiera dado a mi, pero hoy, hoy ha sido el apoteosis.

Mi querida Bea, (paciencia tienes hija mia...) se disponía a ir evacuando el cole a la hora de la salida y allí las mamás, papás y abuelos varios, esperan a sus pequeños.
Una pequeña, que intuí sería de la clase de la Pequeña Albondiguilla espetaba apresurándose a salir:
-Papiiiiiiiiii La Pequeña Albondiguilla me ha mordido-.
Como hay una nena, que se llama igual, pensé en no dar el paso, por si me metía donde no me llamaban.
La reacción del padre, no se hizo esperar. 
-¿Los padres de esa niña vienen a recogerla? Pues aquí los espero-.
La cara de Bea, lo dejó claro. Ese gesto de "Te van a partir las piernas, corre que aún estás a tiempo" mirándome a los ojos, no dejaba lugar a dudas, la madre de la culpable ¡¡¡Era yo!!!

-Bea, ¿ha sido la mía no?-. Salí a escena muy valiente yo.
Que lástima... no quería ni responderme...

Vale, al toro. Me volví al padre -Digame. ¿Que le ocurre?-.

Ese hombre, descargó sobre mi su ira a golpe de culparme de todos los males acontecidos a su hija en una rutina normal de una guardería donde los niños corren, juegan, se pelean y a los 5 minutos, son amigos del alma.
Comprendo su indignación y no me queda otra, que pedir disculpas, pero, no dejo de entender también, que son niños, de dos años... Que como en  la vida misma, están expuestos a ese tipo de "peligros" en una guardería, al igual que a los virus y pipis.

Como discutir con una mujer no lleva a buen puerto, dijo: -¿El padre viene? Aquí lo espero-. Ante la incredulidad del público presente. 
Alucinaban, no podían creerlo...

Me volví muy digna, volví a pedirle disculpas por el comportamiento totalmente antinatural de una niña de dos años (Vease la Ironía) y fui a recoger a mi pequeña psicópata a unos 5 metros del lugar de la contienda escuchando entre murmuros: ¡Que va a esperar a tu marido!
Y en un intento de quitarle tensión al asunto y ponerle humor "Pues mi marido también muerde". Yo y mi humor...

El pobre hombre, en su sofoco, volvió a pedirme disculpas por las formas, eximiendome de culpas, recayendo todas en las profesoras. Disculpas, que acepto y alabo.

Padres y madres del mundo. Las madres y padres de los verdugos ocasionales de esa edad, os entendemos. Nos identificamos con vosotros cuando a los nuestros, les pasa. Por que mi Pequeña Albondiguilla, también sale del cole (muy de vez en cuando, que no es algo habitual) con algún golpe de un juguete, algún arañazo, o similar. Es algo natural. Reitero. Son niños muy pequeños.
Bastante tienen esas profesoras ya, pasar X horas diarias con taaaaaaantos niños, cada uno de su padre y de su madre, cuidarlos y darles cariño de una manera admirable, y enseñarles taaaaanto como les enseñan, como para culpabilizarlas de batallas infantiles sin sentido.
Si mi hija tuviera 7/8 años y le hubiera mordido a un compañero de cole... pues evidentemente, la castigaría severamente, le sacaría los dientes uno a uno para que no volviera a hacerlo e incluso la flagelaría a las puertas del cole (Véase la Ironía). Pero tiene dos años. Es un bebé que aún no sabe dejar de cagarse encima...

Padres del mundo. A todos nos duelen nuestros hijos. Pero hay cosas, que al menos en esta edad, se nos escapa de nuestras manos controlar. 
Enseñad a perdonar, a que pidan perdón, a ser menos extremistas y más respetuosos y libraremos a esos niños de los futuros mordiscos que les dará la vida, que bastante cruel es ya.




viernes, 12 de febrero de 2016

Repite conmigo: No soy una madre horrible. NO-SOY-UNA-MADRE-HORRIBLE.

Una nota en la agenda del cole el día 8 de Febrero. "Necesita toallitas".
Día tras día, a las 8:30 de la mañana preparo su mochila.
Saco las cosas del día anterior, meto 5 pañales (lo normal son 3, pero más vale que sobre a que falten) una muda limpia, una capa-babero espantoso semi-impermeable para que no se manche al comer, una botellita de agua y el desayuno.
Pues llevo desde entonces sin acordarme de meter las toallitas en la mochila y estamos a día 12. Para más INRI, le pongo una nota a la "Santa profesora" de la pequeña albondiguilla (por que tiene el cielo ganado) pidiéndole disculpas e intentando justificar mi mala cabeza... Y SE ME VUELVE A OLVIDAR METER LAS TOALLITAS EN LA MOCHILA!!!!!!!!!!!!!  
¿Qué os parece?

Llevo meses sin meter la bolsa de plástico para que la seño, meta la ropa sucia. Incluso le hice una de tela... pero, no me preguntéis por que, no me acuerdo nunca de meter ese elemento. Menos mal, que la mochila de Peppa Pig tiene un compartimento, donde a veces, me dejo el babero espantoso, sucio.

Por la mañana, no quiere lavarse la cara.
La pelea, comienza a las 8:30. "Mami, eso no me gusta". Se ve que ya conoce el chándal uniforme del cole y le espanta la idea de levantarse temprano para ir. Al final, después de mucha lucha, consigo ponérselo. Cuando no lleva chándal y le pongo vaqueros, las botas moteras tampoco le gustan... y se pasa el curso escolar, en zapatillas de deporte, que le encantan, supongo que por que puede correr mejor.
Las colas, con los 4 pelos rubios platinos que tiene, van cada una a su aire, cada una a una altura y con los pelillos rebeldes, de punta.
La cara, la lavo como puedo y siempre lleva algún churrete que no consigo quitar a la primera, que es la única oportunidad que tengo de tocarle la cara.
El abrigo, es otra batalla campal, pero, de ese no se escapa, ya lo que me faltaba era que cogiera frío...
Así llega al cole. Hecha unos zorros y yo irritada y de mala leche y tarde como siempre.

Aún recuerdo cuando era manejable y acudía al cole bien peinada, con ropa a la última y sin dramas.
¿Cómo lo hacen esas madres que van perfectas, con sus hijos perfectos, su ropa perfecta? ¿Cuál es su secreto? ¿Son inmortales? ¿A quién le vendieron su alma?  Arrrrrrrggggg!!!!! 
A veces me invade un sentimiento de culpabilidad enorme. Pero creedme, hago todo lo que puedo. Teniendo en cuenta que antes de ser madre dormía más horas de lo que cualquier ser humano puede dormir, que me levantaba 30 minutos antes de la hora de trabajar y salía pitando, en mi rutina. Que no me tenia que cambiar de ropa por que me la han manchado con la mascara de pestañas que dejé en el baño justo cuando iba a salir por la puerta... 

¿A caso soy una madre horrible por eso? Soy un desastre y todo se me hace un caos en cuanto me descuido.
A las 8:30 solo pienso en una cosa "Que hoy no llore por todo".





lunes, 8 de febrero de 2016

Que estáis ASALVAJAOS !!!!!!!

En mi libro "Te reviento a ti y a tu puto padre" enseño a mediar en conflictos en parques infantiles.

Lo leí en Twitter una vez, antes de ser mamá. Pero han tendido que pasar dos años desde que naciera la pequeña albondiguilla, para entender su significado real.

Fue hace 7 día cuando, después de un almuerzo familiar, se nos ocurriera llevarla a un parque infantil que abrieron cerca de casa.
Poneos en situación.
Hora 17:00.
Lugar: Canguro Aventura.
Entorno: 1855636452782 millones de niños "asalvajaos!"
Acústica: Música actual a todo trapo, para no oír los gritos de los malditos.

Niños corriendo como locos de un lado a otro. Padres con cara de satisfacción al ver a sus cachorros revolcarse sin zapatos por una zona de juegos en la que una monitora con una sonrisa, aguanta el tipo estoicamente. Y otros padres, simplemente, dejan que el azar haga su trabajo y dejan a los niños a su suerte mientras se toman un copazo en la cafetería.
La pequeña albondiguilla, se adapta rápido. Corre en círculos, presa de la emoción sin saber a donde ir por que todo le fascina.
Niños mayores que ella, corren por su lado, yendo en dirección contraria y ¡Zas! primera caída.
Se levanta aturdida por el golpe que un niño con el cuerpo de un señor de mediana edad le ha zurrado sin mirar atrás.

Sin desanimarse, se dirige a "La jaula". Una enorme estructura llenita a rebosar de otros de su especie a 4 patas, como locos. Yo no quiero ni mirar. Que el papi moderno cargue con esa responsabilidad. No soporto ver como nuestra pequeña, va directa al "matadero".
Después de ser arrollada por unos cuantos, desiste. No puede avanzar y baja. No sin antes dejarse atrás el pantalón, que ya le llega por las rodillas por tanto meneo y el cuello de la camiseta estirado de tanto tirón. (Véase la foto)

Sonríe. Mira a los niños y alucina con tanta libertad de movimiento.

Padres que corren a coger los juguetes que se quedan libres para dárselos a sus hijos que están ocupados jugando a tirar de una especie de coche a pedales atados al volante a modo de riendas, con los disfraces que deberían estar disponibles en la zona de "Princesas".
Y yo pienso "esos padres... esos". Volteando los ojos hasta dejarlos en blanco.

Harta de empujones, codazos y estar en un sinvivir para que no le fracturen alguna parte del cuerpo, decido que es la hora de salir.
Y ahí encuentro mi alivio. Desembolsando un precio simbólico para menuda tortura.

Y así es como, ella se divierte, nosotros sufrimos y ayer, volvimos a ir, por que al pasar por la puerta, se le ilumina la cara.







miércoles, 3 de febrero de 2016

Yo nunca...


"Yo nunca iría vestida a juego con mi hija"
¿Hola?
Necesito un zumo bien grandote para tragarme mis palabras una tras otra y que no se me atraganten.

Cuantas contradicciones ¿eh?
Yo no la dejaré comer chocolate y chuches hasta que no sea mayorcita.
Nada de cenar fritos, ver la tv hasta las tantas ni estará viciada al móvil. 
"Los niños deben dormir solos, enseñarlos a que las cosas no se consiguen con rabietas y no mimarlos"
Que fácil es opinar cuando no se tienen hijos. Nadie sabe más de maternidad que una soltera sin niños. (Ironía modo ON).
Ahora me veo y pienso: Seré imbécil...

No no no! a mi, no me chuleará. Aquí mandaré yo.   Ja Ja Já! Pobre inocente...

En una casa con niños, los ritmos cambian, las tortillas se dan la vueltas ellas solitas y donde dije digo, digo Diego... y más vale que no te escuchara mucha gente hacer afirmaciones muy convencida de tener la verdad absoluta, por que después, caerán sobre ti, como pesados yunques.

Y aquí me veis. Vestidas a conjunto para un almuerzo familiar... Un Zas en toda la boca monumental.




Llevo algún tiempo inactiva en el blog. Vamos, en el blog y en los demás ámbitos de mi vida social...
A veces, miro con nostalgia publicaciones de FB donde hay constancia de que antes me relacionaba con gente adulta. Jajajajaja
Pero, aquí estoy, en un hueco de mi apretada agenda maternal ;)
En mi próxima entrada, os hablaré de la aventura en los parque infantiles, etapa recientemente estrenada. ya veréis...

Mil besos!