jueves, 25 de junio de 2015

Los sueños están para cumplirlos.

Ya sabéis que soy una mente inquieta, que no puedo estar sin hacer nada y tengo miles de sueños y proyectos. Pues bien, desde hace unos día, ya tengo uno menos que soñar, ¡¡Porque es una realidad!!

La ropa personalizada llegó a mi vida cuando mi marido me regaló una maravillosa máquina de coser. Con ayuda de otras mamás modernas, creé una página de Facebook llamada "Costura y manualidades para mamás modernas"  donde madres comparten creaciones que se salen de los clásicos vestidos de lazos y volantes.
Meses después, harta de buscar camisetas para mi albondiguilla con estampados "cool", abrieron frente a mi trabajo una tienda de serigrafía.
Me volví loca.  Por fin tendría una camiseta de mi personaje televisivo favorito; Heisenberg, Walter White de Breaking Bad.

Ahí, vino la idea.
Elisa Peña, la artista de mi entorno, con la que comparto mi jornada laboral en el Studio, me hizo ver la luz.
Diseños molones, para pequeños molones.Además también hay productos para adultos (padres, tios, abuelos...).
Ambas ponemos la creatividad, el humor y ella pone las ilustraciones.

Little Rock, así se llama nuestro proyecto.

Camisetas, bodys, bolsos... todo personalizado. Unos diseños, la mar de divertidos, frescos.
Precios de risa para productos exclusivos.

Ya está en marcha, ya tenemos productos, ya somos oficialmente Pequeñas Molonas.




lunes, 15 de junio de 2015

La magia de la infancia que creíamos perdida.


Hay momentos que todos los padres estamos ansiosos de vivir con nuestros hijos, porque nosotros, perdimos ese toque mágico. Pero hay uno que lo es especialmente.
Algo tan "traumático" como puede ser la pérdida de un diente, se convierte, en un periquete, en un momento especial que nos acompañará toda nuestra vida.

Yo recuerdo especialmente uno. 
Era una de las últimas piezas dentales de leche que me quedaban. Dormía en casa de mi abuela y con toda mi ilusión, me fui a dormir pronto.
Coloque ese dientecito bajo la almohada y hice todos los esfuerzos posibles para caer pronto en los brazos de Morfeo.
Cuando abrí los ojos, me apresuré a levantar la almohada. 
¡¿Cómo es posible?! 
No había nada. Ni diente, ni dinero, ni golosinas.
¡¡Abuela!! ¡¡Este tío (Ratoncito Pérez) me ha "quedáo" conmigo!!

Mi abuela hizo un gesto a mi abuelo y éste salió corriendo a la calle en busca de un kiosko.
Mi abuela me llevó de vuelta a la habitación y allí estaba una bolsa gigante de golosinas bajo la cama.
-¡Ves! No miraste bien. Como te mueves tanto, dejaste caer el regalo.

Casi me quedo sin infancia por un despiste de mi abuela. La pobre... Tenía tantas cosas en la cabeza, tantos nietos, tantos hijos, tanta faena...
Ese diente, caído a ultima hora de la noche...

Ahora es todo más moderno. 
El otro día en FB, encontré esta maravillosa idea:

Un complemento más a la fantasía de los niños. Un empujón a la imaginación. 
Colocando una de éstas puertas en un rodapies de casa, multiplicamos por 100 las posibilidades de ilusión.
Personalizadas con el nombre, con todo lujo de detalles y el color que más os guste.
Además, disponen de complementos, como cestitas donde poner el diente.
Me pareció tan adorable, que ansío el momento en que La Pequeña Albondiguilla, comience a perder dientes.


jueves, 11 de junio de 2015

Gajes del oficio

Son las 00:22
Acabamos de llegar a casa. Hoy nos hemos permitido el lujo de cenar fuera, hacer un poco de vida social y que nos de el aire.
Mitad de semana... ¡Que larga se me hace la cabrona! 
Me paso el día entre dibujos de tatuajes encargados por gente que cree saber lo que quiere, pero en realidad no tiene ni pajolera idea y acaban mareándote y mareandose ellos mismos.

-Hola, venia a que me dijeses que me puedo tatuar.

¿Hola? ¿En serio? A veces me dan ganas de decirles -Pues mira, una idea puede ser un cartel enorme en la frente que diga: Aunque no lo parezca, fui el espermatozoide más rápido. La opción B es un pene alado en una nalga.

Después están los papis modernos que vienen y dicen: -Venia a hacerme algo original; la huella de mi hijo en la espalda-. Y justo en ese momento pongo cara de póker y mi gesto exclama ¡Claro que si campeón! Eso no lo lleva nadie.



Aunque lo mío, son los piercings, por eso en mi titulo pone anilladora corporal.
Y deberíais ver mi cara cuando alguien me pregunta: -Pero ¿me va a doler?-.
No. Voy a atravesarte un pezón con una aguja de 1,6mm de grosor, y te va a saber a gloria.
O eso, o eres la prota de una de esas novelas sadomaso encubiertas de romanticismo.



En fin, amo mi trabajo, me lo paso bomba. Conozco gente genial y además me pagan. 
Lo suyo sería trabajar la mitad de horas y ganar el doble, pero como he oído en estos días de mi compañera de curro, la artista Elisa Peña: 
"Tan malo es trabajar, que hasta lo pagan"

¡Buenas noches!



martes, 9 de junio de 2015

Reflexiones de una Mamá Moderna Furiosa... Pero muerta de miedo.

¿A veces no os han dado ganas de coger una muda limpia y huir haciendo la croqueta?
Antes de la llegada de La Pequeña Albondiguilla, ya era una persona responsable, independizada desde los 18 años, trabajando y llevando adelante mi vida. 
Pero, jamás imaginé que educar y criar a un hijo, fuese tan agotador.
Es una sensación difícil de explicar, por que no es arrepentimiento de embarcarme en la maternidad, sino, cansancio unido a miedo.
No cambio a mi pequeña por nada del mundo, pero la vida me cambió taaaaaaaanto.
Antes, mis decisiones y acciones sólo me afectaban a mi. Ahora, todo, absolutamente todo, tiene repercusión sobre ella.
Conciliar la vida familiar con el trabajo y las labores, parece una misión imposible. 
Situaciones en las que no nos sentimos comprendidas, apoyadas o simplemente nos sentimos faltas de afecto.

Supongo que estas rachas, las pasamos todas.
Días en los que llegas a casa y no sabes por donde empezar a recoger. 

Días en los que la hora del baño infantil o la cena, se hacen interminables por que está tontorrona.
Días en los que quiere jugar antes de dormir, y yo, no tengo fuerzas ni para ir a la cama.
Pero en ese momento, se hacen de tripas corazón, se hace un último sobresfuerzo y tiras para adelante como puedes.
Es tan duro... que me hace cuestionarme si realmente lo estoy haciendo bien.

La inseguridad de la maternidad, querida enemiga.
Será que mi falta de energía me nubla la vista, pero, cuando escucho esa utopía de "Madres Modernas Trabajadoras y Perfectas" me entra la risa.
Me gustaría poder estar en optimas condiciones y ocupar mis horas libres con miles de millones de proyectos con ella. Y eso, hace que el sentimiento de culpabilidad aflore.

-Me estoy perdiendo la infancia de mi niña-

Pesa como plomo ésta reflexión.

Levantarme por la mañana con la piel tersa y las mejillas sonrojadas, perfectamente peinada. Sonriendo como hasta ahora, pero, de verdad.
Que ese abrazo de buenos días, no se acabara por que hay un horario estricto, porque mamá y papá tienen que ir a trabajar, porque para pagar un alquiler de una casa que no disfrutamos, hay que trabajar.
Que la vuelta de la guarde a casa, no estuviera cronometrada.
La hora de la siesta en familia, debería ser obligatoria por ley.
Obligatorio el uso de parques entre risas y meriendas de chocolate.
Como obligatorio debería ser que las madres y padres, no se perdieran ni un sólo logro de sus hijos en la edad de crecimiento y desarrollo.
Que nadie tuviera que describirme cómo mi pequeña albondiguilla, consiguió mantenerse en pie por primera vez, que nadie tuviera que explicarme que la canción que tararea, es "esa".

Todas estas cosas, deberían ser un derecho de unos padres, y que nada se interpusiera en el camino a conseguirlo.


Reflexiones de una mamá moderna, furiosa.