sábado, 5 de marzo de 2016

Teta y sopa, no caben en la boca.


Mucho leo sobre " La Teta", y como en todo, hay radicalidad.

Antes de ser mamá, ya pensaba que amamantaría a mi bebé, que haría todo lo posible por que su alimento, fuese sano, natural y con las ventajas que tiene la lactancia materna.
Oía asustada opiniones como: "Duele horrores cuando el bebé mama" "Se agrietan los pezones y sangras" "La subida de la leche, es espantosamente dolorosa" "Es una esclavitud" ...
He oído a mujeres decir, que no amamantarían a sus hijos, por que se les cae el pecho y querían conservar sus tersas peras, o porque es más cómodo dejarle un bibi a la abuela y salir a todas horas.
En fin, ¿Quién soy yo para juzgar a una madre? Por que ya sabemos de la existencia de las "Madres Supremas".
Las madres que son las más madres y mejores madres.
Esas madres que miran por encima del hombro, que sus consejos son los mejores que nadie podría darte y que te hacen sentir como una madre de segunda.

Yo, por decisión propia, por que era lo que mejor me venía y por que me hacía sentir bien, di el pecho durante 4 meses, contra viento y marea a mi pequeña albondiguilla.

¿Porqué en el hospital nadie me enseñó a amamantar a mi bebé?¿Porqué nadie solventaba mis dudas? y sobre todo ¿Porqué nadie me habló de las pezoneras de silicona?
Me sentí desorientada, con un bebé hambriento en brazos, con unos pechos doloridos, agrietados, ensangretados y rezando por que cuando llegara la hora de comer, no doliera.
Hasta que descubrí las pezoneras, que el querido papi-moderno fue a adquirir a una farmacia cercana al hospital (trayendo la talla S, cuando tengo un pecho más que enorme). Hombres...
Ahí alcancé el cielo con mis manos.
Me olvidé de levantarme cada 3 horas a calentar un bibi y de experimentar con indigestas leches en polvo.


A la hora de dormir, prescindir de camisetas y con el colecho, la alimentación nocturna, nos permitía seguir dormidas mientras comía.
Para la vida cotidiana, sólo tenia que sacarme el pecho allá a donde fuese y calmar a mi niña. No sin sentir la mirada acusadora de personas que se escandalizaban por el acto, teniendo en cuenta, que procuraba no exhibirme demasiado, cubriéndome todo lo posible.
¿Pero porqué una mamá tiene que "ser precavida"? ¿A caso no es algo natural?

Hace unos días, en mi Facebook, vi una imagen que me encantó. Sigo a una tatuadora, que a parte de ser "Una jodida máquina" en lo suyo, tiene un halo especial. La sigo desde hace tiempo, y creedme, que soy bastante exigente en este tema ya que me muevo en este mundo a diario.

Debora Cherrys / La Mujer Barbuda

Debora Cherrys / La Mujer Barbuda

Para mi, a parte de ser evidente la belleza de la imagen, los colores, la técnica de la artista y que me vuelve loca! representa el espíritu de la mamá que decide romper todos esos muros y prejuicios y ser " una teta con patas".
Luchar contra las miradas indiscretas y los comentarios tipo - Ah! ¿Pero aun le das el pecho?-.
Esas madres, a las que el dolor de amamantar, les compensa por los beneficios de la leche materna, esas madres a las que no les importa ser esclavas del hambre de sus pequeños.

Cada madre es un mundo, cada cual ve beneficios en lo que ella considera oportuno, repito, que no soy nadie para juzgar a una madre, en ningún aspecto.
Sólo quería decir: We Can Do It!
Por que bastante tenemos ya en contra con esta vida ajetreada, los horarios imposibles, las bajas de 4 meses, los prejuicios, la desinformación, el miedo y el cansancio... como para declararme con la verdad absoluta...


Debora Cherrys es su nombre y trabaja en La Mujer Barbuda (Os dejo enlaces para que alucinéis un poco y como muestra de agradecimiento hacia ella).
Enhorabuena, por que eres Grande señora... Ojalá algún día tenga la suerte de caer en tus manos.


Mil millones de besos.