lunes, 30 de marzo de 2015

Huir de la Semana Santa.

Por lo que se ve, vivo en el barrio de Sevilla, de donde salen mas cofradías, exceptuando a Triana.
El viernes, justo en la plaza de al lado, salía "el Santísimo Cristo de la Humillación".  (¿hola?)
Mi fin de semana de descanso empezaba cofrade del todo... Desde el Viernes de Dolores.
Sin poder evitarlo, una encerrona de amigos, hizo que no pudiera librarme de estar allí en su salida.
Para mi sorpresa, la pequeña albondiguilla disfruto de la música y el ambiente festivo. Aunque a mi no me hace ni pizca de gracia.
Tambores, cornetas, ese horrible olor a incienso y mucha mucha devoción (ironía modo On).
En cada descanso de la banda, ella alzaba las manos y gritaba " bieeen".
Yo hay dos cosas que no soportaría, que me salga reguetonera o capillita y serán mis amigos los que tendrán que llevarla a recorrer las calles de Sevilla a ver esas procesiones, ¡Por tenderme la trampa! 
El sábado, ya sabéis que es de estar liada, pero el Domingo de Ramos, no me gusta andar por Sevilla, así que, carretera y manta, destino a la playa.
Matalascañas, playa Sevillana por excelencia...
Tortilla, bocatas y refrescos y a disfrutar de su primer día de playa desde que empezó a andar.

Caminar por la arena es difícil, pues imaginad para alguien que no controla aun bien su equilibrio.
Empezó pasando más tiempo sentada que en pie. Caída de culo, tras caída. Se reía. Estaba disfrutando de caídas sin dolor.
Todo era nuevo, la arena, el tacto en los pies, en las manos, ¿el sabor? también lo probó...

Llegó el momento de ir a la orilla.
Me preguntaba cómo reaccionaría. ¿Le daría miedo?
Empezó por la llegada de la ola, agua fría y los pies hundidos en la arena mojada.
¡Le encantaba! Quería entrar más. Le llegaba el agua a la cintura y quería más, pero el agua, estaba helada.
Me di cuenta que era hora de salir de allí cuando dejé de sentirme los pies, pero ella quería más y cuando la agarré de la mano para salir; ¡Me mordía! no quería salir. Se negaba y corría de nuevo a las olas.
Llegamos a la sombrilla y salía a correr otra vez para la orilla... hasta que el cubo y la pala, hicieron que se olvidara del agua.
Una buena pala llena de arena a la boca. Un escarabajo que su papá puso en su mano, una concha... todo eran descubrimientos. Todo le sorprendía.
Derrotada. Así llegó al coche.
0,2 segundos fue lo que tardó la pequeña albondiguilla en sucumbir al más dulces de los sueños.

Que cara... que cuerpo... que pose...

Enamorada, así me siento casa vez que pasa algo nuevo en su vida.





P.D.: a los que nos dicen que por no ser creyentes, no tenemos derecho a tener vacaciones de Semana Santa: 

jueves, 26 de marzo de 2015

Mi día, debería tener 28 horas mínimo.

Yo y mis despistes.
Vivir de forma apresurada, hace que sea una j****a despistada.
Ya entregué la matricula del cole de mi pequeña albondiguilla. En el último día de plazo, como siempre lo hago todo.
Nuestra rutina diaria, es una locura.
Nos despertamos a las 8 de la mañana, me ducho, preparo su mochila, la vestimos, y sale corriendo con su papá al cole. Cuando pasan 20 minutos.... Zas! Me dejé el babero encima de la cama.
O el agua, o la agenda...
Nunca más de una cosa a la vez, menos mal, por que cualquier día, se lleva la mochila vacía y se deja la niña en casa.
Vamos a tope todo el día, corriendo de un lado a otro, del trabajo a la guarde de la guarde a casa, de casa al trabajo...
CONCILIACIÓN: esa gran panacea, el país de nunca jamás...     
Suena a chiste viejo.
Mientras unos padres, tengan turno partido con (en su caso) más de 8 horas de trabajo, no existe la conciliación familiar.
Ayer me dijo: Es todo una rutina, menos mal que nos quedan los fines de semana...

Unos padres, deberían tener derecho a disfrutar de los hijos y no tener que elegir entre vida familiar o trabajo. Tener dinero para poder subsistir o pasar tiempo con tus hijos sin poder pagar cosas básicas.

Está claro que no espero que me den una “paguita” para que yo esté en casa con mi hija, por que gracias al cosmos, tengo 4 tardes y 2 sábados al mes para disfrutar de ella... Pero su papá, con un trabajo precario, sin asegurar y cobrando sólo los días que va, no puede permitirse ese lujo.
Después, lees que en otros países, lo ponen tan fácil...
4 meses de baja maternal.
Dejar a tu bebé en otro lugar que no es su casa, con 4 meses, llorar por que te despegas de ese ser que durante 9 meses fue parte de tu cuerpo y que aún te necesita...

Ahora casi lo llevo peor. Cuando llega a casa por la noche, no puedo disfrutar de ella. Está tan cansada y llega tan tarde...
Cuando viene con el papi a traerme al trabajo, se va llorando y eso, me parte el alma.
Ojalá un cuponazo, para que no tengamos que sufrir más.

Mil millones de besos mamis.

jueves, 19 de marzo de 2015

Tener a tu lado un papi moderno, no tiene precio.


Por la mañana en la revisión a las 12 de la mañana me dijo el médico que yo aún no estaba para ponerme de parto, que aún me quedaba... ¡LOS COJONES!
Un 28 de Diciembre a las 00:00 rompía aguas en casa de mi suegro.
Estábamos en la habitación, viendo una peli (malísima por cierto) después de una de nuestras discusiones por cualquier chuminada. Y de repente : Ploffff!
Sentí como un globo de agua estallaba dentro de mi y me puse de pie.
Gritaba, no sabía que era eso. Si era bueno, si era malo, si tenía que salir corriendo al hospital, si estaba a punto de parir allí mismo... La confusión y el miedo bloquearon mis conocimientos sobre el tema.
Papá moderno corría como loco de un lado a otro pensando que tendría que ejercer de matrón y hace unos días estaba pensándose seriamente si entrar al parto o no.
La mujer de mi suegro, con mucha experiencia en el tema, nos dijo: Tranquilos! que no es nada. iros al hospital que esto ya ha empezado.
Él me miraba con ojos inyectados en sangre, pobre... estaba muerto de miedo.
Yo llevaba una camiseta llena de manchas de lejía y maltrecha y un pantalón de pijama que se me caía por el peso del liquido que había absorbido. Además lucía unas bonitas zapatillas de leopardo rosa. Vamos, hecha un pincel.
Sólo quería cambiarme de ropa. "Si mi madre va al hospital y me ve así me mata" atinaba a pensar.
cuando me agaché para que él me quitara el pantalón, salió mas liquido. Parecía una bolsa llena de agua con un agujero.
- ¡Chiquilla ! que no pasa nada, ¡vayámonos ya que uno limpio se va a volver a mojar!

El pobre, marcó el numero de mi madre como pudo entre temblores y la avisó. - ¡Reyes! Que vamos para el hospital que ha roto aguas-.
Y yo, desde la habitación - ¡Que alguien avise en el grupo de Whatsapp (operación Huevo Kinder) para que todo el mundo lo sepa!-.

Ahora venía el reto: bajar desde un cuarto piso sin ascensor, empapada hasta los huesos, con las zapatillas de leopardo rosa.
Me monté en el coche y salimos corriendo al Hospital de La Mujer.
Entré en silla de ruedas, chorreando el suelo allá por donde pasaba. De hecho, mi madre supo donde estaba, siguiendo el rastro.
El móvil empezó a sonar; Nadie se creía que fuese cierto, era el recién inaugurado día de los inocentes y como somos unos cachondos, pensaron que era una broma... hasta que me oyeron gritar con una de las contracciones.

La operacion Huevo Kinder llegaba a su fin  y había comenzado la Operación Pringels, Cuando haces Pop, Ya no hay Stop.
Mientras esperaba la epidural, rogándola a gritos, mi querido amor soltó: Oiga, doctor, de los nervios me ha dado un latigazo la muela, ¿Me podrían dar algo para el dolor?
Yo lo miré, con cara de asesina y le solté -¿En serio? Estoy aquí con contracciones ¿y tu te quejas de un dolor de muelas?-. La mala leche de la parturienta...
Se le cambió la cara... No se volvió a quejar.
Cuando por fin me pusieron la vía de la epidural, le entran las prisas a la pequeña albondiguilla y corriendo para paritorio ¡Sin la epidural! No daba tiempo decían...
¡Noooooooooo! ¿¿¿Qué hice para merecer esto??? ¿Parto sin anestesia? ¿Qué soy? ¿Una cabra?
Él me miraba como diciendo, mejor no hablo... porque esta loca es capaz de arrancarme la nuez de un bocao.
Lo agarraba de la mano mientras hacia toda la fuerza que podía.
Gracias al cosmos, en unos empujones para mi eternos, llegó al mundo. Nació a las 2:20 de la madrugada, con 3.820gr.
La niña con más peso de ese día y no, no era una broma.
No me dieron ni un punto.
El papá me confesó que sintió miedo, por que me miraba mientras empujaba y pensaba que se me saldrían los ojos, y todo lo que gritaba. -Pero has sido una campeona-.
Permaneció junto a mi cada uno de los días que en ambas ocasiones he estado hospitalizada. Todas las horas y los minutos...

Yo fui una campeona, pero sin su sonrisa, creo que me hubiera vuelto loca desde el principio.
Con su apoyo cuando ocurrió lo de Noa, con su fuerza para seguir adelante y empezar de 0.
Su ayuda para superar la tristeza y que me dieran ganas de ser mamá.
Su positividad para que mi embarazo fuese mas llevadero.
Su esfuerzo para que La albondiguilla no le faltara de nada.
Su voluntad para conseguir todo lo que sueña.
Ser el mejor papá del mundo, eso lo hace de maravilla.
Hoy es tu día, disfrútalo, porque te lo mereces y parece que está hecho para ti.
Que suerte tiene La pequeña Albondiguilla de tener un papá como tú. Tan moderno, tan guapo y con esa sonrisa que me enamoró y a ella también desde que te vio.
Se le nota que tiene predilección por ti. Por que eres quien la abraza más fuerte por la noche, quien se despierta de madrugada a hacerle el bibi y quien le da todos los besos con barba que ella necesita.
Gracias por ayudarme en casa y calmarla cuando yo ya no tengo fuerzas.

Gracias por ser el padre que ella se merece y el marido que yo necesito. Aunque a veces me pongas nerviosa... Te queremos.




martes, 17 de marzo de 2015

Amén *No apto para mentes religiosas extremadamente sensibles.

Mi abuela, que la señora tiene ya 90 años, sólo sabe preguntar que cuando nos vamos a casar y vamos a bautizar a la albondiguilla.
Os explico.
Mi familia, es creyente, no practicante, a excepción de mi abuelo que va a todas las misas del día.
Me bautizaron, hice la primera comunión en la catedral de Sevilla (Si, como si de una infanta se tratase),  fui a un colegio diferenciado del Opus Dei y acudía allí a misa los martes. Mi hermano y primos salen en procesión se Semana Santa.
Vale... queda claro que se de lo que hablo ¿no?
Pues yo, por motu propio, decidí no casarme y no bautizar a mi albondiguilla por una simple razón: No creo en la Iglesia. La respeto, pero no creo en "hombres iluminados por Dios".

No bautizo por tradición, ni me caso por lo bonito que es. Que respeto a quien lo haga, vale, pero no lo comparto.

El dilema viene a la hora de pensar en que colegio elegiré para mi albondiguilla.
Por experiencia, se que los colegios religiosos, dan una educación de calidad y unos valores "diferentes" al resto.
¿Tengo que renunciar a dejar una libre elección religiosa a mi hija para que tenga una buena educación con un buen nivel?
El papá se retuerce sólo de pensar que la albondiguilla puede ir a un sitio donde la "obliguen" a rezar o ser "encaminada"

No me imagino acudiendo a las reuniones de padres con una señora con falda por la debajo de la rodilla, que se escandalizan por todo.
Mas que nada, por que mi marido y yo, estamos llenos de tattoos (muy mucho), las orejas dilatadas 12mm y algún que otro pendiente más.
Nota: uno de los tattoos de mi marido es "La ultima cena" con Jesucristo con una gorra, haciendo de Dj, apóstoles fumando y bebiendo cubatas.  ¿Hola?

Imaginaos esas religiosas apuntándonos con crucifijos... y pronunciando algún tipo de oración antidiablos.
De hecho, no he vuelto a pisar el colegio de visita, aunque me gustaría por que recibí una educación excelente en conjunto con la de mis padres... Pero no me veo siendo observada como un bicho raro e intentando ser reconducida al buen camino.

Recuerdo cuando un simple piercing en el ombligo era motivo de expulsión...

Recordad, que os hablo desde la experiencia. Sin ánimos de ofender y desde el respeto. No somos Anti-cristianos, simplemente, no quiero condicionar la religión de mi hija antes de que tenga uso de razón y  pueda decidir por si misma si adora a Jesús, a Buda o a Alá.

¿Me entendéis?




lunes, 16 de marzo de 2015

El miedo a ser mamá.

¿A vosotras no os daba miedo ser mamás? no por el hecho de parir y demás, que también acojona. Sino, por el miedo al sufrimiento, al dolor, al daño que le puedan hacer...

Yo tengo dos hermanos pequeños: la chica tiene casi 14 años y el chico, 19.
Éste es universitario, el orgullo de mis padres. A parte "trabaja" como árbitro de fútbol. Aún está en categorías inferiores. Arbitra partidos de niños, jóvenes y mayores en equipos de barrio o pueblos.

Nunca quiere que lo acompañemos,  por que ya sabéis que la testosterona + cerveza = a bestialidad. El va concienciado, hace oídos sordos a lo que le dicen y va a su bola.
Cada fin de semana arbitra de 2 a 4 partidos y cuando es en pueblos, mis padres lo llevan, aunque los obliga a irse antes de que comience el partido.
Mi madre está super orgullosa de él, por que esta sacando la carrera de Psicología con unas notas increíbles. Es responsable, no fuma, no bebe, tiene su novia desde hace años... vamos, un hijo modelo.

Como madre orgullosa, siente curiosidad de cómo hace su trabajo y éste domingo, llegaron un poco antes de que acabara el partido.
Cuando acabó unos jugadores del equipo perdedor, lo increparon, insultaron y humillaron.
- Árbitro! Perrooo ! has vendido el partido !

Mi madre, cayó en el error de responder a ese trió de chicos.
- Mi hijo no es ningún perro! Tened un poco de comprensión que el chiquillo está aquí, haciendo lo que le gusta por 20 miseros euros y no para que lo insultéis!

Recibió amenazas, y mi padre tuvo que intervenir. 

- Churri, vete de aquí que te vas a buscar una ruina.   Eso le dijo un niño de 20 años a mi padre de 46.

¿Es necesario que una madre y un padre tengan que sufrir por que su hijo está siendo vapuleado por un grupo de jugadores de fútbol? ¿Hay derecho a que un chico joven tenga que dejar lo que le gusta por que su familia  está sufriendo? ¿Es justo que vivamos con el miedo de que un deporte se vuelva una batalla campal y el que lleve las de perder sea un chico que sólo hace su trabajo?
¿Es justo que nadie sancione estas actuaciones en un campo de fútbol de barrio? ¿Que sea un ser indefenso?

¿A quien no le duele un hermano? Pues imaginaos un hijo... imaginaos a mi madre ante tanto macho ibérico intentando proteger a su carne.

A mi me duele mi albondiguilla, me duela bajarla al parque y que otros niños la empujen o le quiten sus juguetes... Me duele que mi hija llore por que un niño no quiere jugar con ella.

Quizás soy una loca madre sobreprotectora... pero, no quiero verlos sufrir, por que duele.


¿Puedes evitar eso?










miércoles, 11 de marzo de 2015

Renegar de los lazos y los vestiditos rosas con mil adornos.


En el anterior post, ya os conté que lo que yo quería era un niño para cafrearlo. Pues, tengo una niña y no hay diferencia.
Cuando alguien preguntaba para hacerle un regalo yo siempre decía: Vestidos rosas no eh !?
Debo confesar, que ahora, la gran mayoría de ropa de su armario, es rosa, pero rosa sport. Chandals, leggins, camisetas, sudaderas, algún vestido pero de estampado alegre, sin lazos recargados y sin mil adornos. Calzado deportivo y botas militares...

El domingo, estuvimos en urgencias, por que la pequeña albondiguilla llevaba días con una fiebre diabólica. Ojalá hubierais estado allí cuando le quité el abrigo y los "papis Classic" vieron esa camiseta blanca con un puño americano en el centro y esos leggins negros marcando paquete de pañal.
Imaginaos las caras. Se les nota escandalizados a medida que nos vamos quitando ropa de abrigo. Imagino que igual que me escandalizo yo con sus estilismos.
Sevilla es la ciudad por excelencia de la moda posguerra, característica por usar dos tallas menos de vestido o pantalón, polainas o cubrepañal, con unos calcetines hasta la rodilla, botitas de ortopedia del siglo XVII y capota para la cabeza. Metros y metros de piculina, lazos y pasacinta.
Confieso que hay algunos que no me desagradan, pero, no me imagino a mi albondiguilla con un conjunto de esos.

Para que se revuelque por el suelo, ante todo comodidad. Para que se manche comiendo chocolate, prendas básicas fáciles de limpiar. Para que se caiga mil veces, prendas elásticas.
Para ocasiones especiales, H&M y Benetton son mi salvación .


Cree un grupo en FB hace unos meses al entrarme el gusanillo de la costura, cuando mi maridin me regaló un preciosa Singer y vi que otros grupos, sólo se dedicaban a estilos clásicos. ¿Quien me iba a decir que este grupo alcanzaría las 10.000 mamis modernas? Aún no me lo creo.
No tengo tiempo de hacerle ropita, pero, en las fiestas de disfraces del cole, siempre triunfa.
Su primer Halloween fue disfrazada de Miércoles de la Familia Addams. Para Navidad, de elfo y en carnaval, de Flamenco.

Alguna noche sin dormir, aunque lo más fácil es comprar un disfraz de princesa en el chino, me compensa.




lunes, 9 de marzo de 2015

Odio los lunes multiplicado por 2.

Hoy es uno de esos días grises, aunque brille el sol, en los que veo su nombre en todos lados.
Era Marzo de 2012. Después de unos meses desindependizada por culpa de la maldita crisis, me encuentro con la noticia de un embarazo sorpresa.
10 años de relación con mi chico, sin trabajo estable, en casa de mis padres temporalmente y con la cabeza hecha un lío. Me moría de miedo. Ya soy adulta, pero siempre he sido muy independiente y autosuficiente y temía que esta situación me superase y mis padres se decepcionaran.
Después de alguna llorera, se lo conté a mi madre y ella, comunicó la noticia. Para mi sorpresa, ¡Todos estaban contentos! y yo, me relajaba.
A los tres meses, debido a las nauseas y mareos, el médico a regaña dientes me dio una semana de baja... que se fue alargando hasta el fin. La cita con el médico para recoger la baja se volvía tan estresante...
Eso, unido a una mudanza a nuestro nuevo nidito de amor, limpiezas, y todo el caos que podáis imaginar.
Las ecografías, eran momentos increíbles. Todo estaba bien y nos comunicaron que seriamos papás ¡de una niña!
Yo quería un niño, por que pensaba que daban menos preocupaciones (soy una paranoica) y podría cafrearlo, hacerle crestas, raparle y convertirlo en un gamberrete. Pero ser mamá de una niña también molaría ¿no? Pasaríamos del rosa, de los lazos y de los zapatitos moñas...
Noa, ese sería su nombre. Nada de nombres comunes ni repipis.
Aún no había nacido y su papá, productor musical, ya le había puesto su nombre a un tema. Que bien sonaba... NOA.
¿La fecha probable de parto? un 24 de Diciembre. Bromeábamos con pasar la Navidad en el hospital, cosa que no me preocupaba mucho, ya que para mi, no es más que una de las tantas reuniones familiares que hacemos.
Un lunes, a las 5 de la mañana empecé a sentir contracciones. Estaba ya de 8 meses. Haciendo caso a los consejos de mamá primeriza, esperé, envié a mi queridísimo a trabajar con la promesa de que no era nada, que si empeoraba, lo avisaría.
A las 8 y media de la mañana, me llamó :
    - "Me voy a montar en el coche de mi jefe para irnos, ¿estas segura que no es nada?"
Asentí,
    - "Vete, no es nada"
Mientras colgaba el teléfono, me arrepentía de mis palabras y lo llamé: -"Vuelve, no puedo más."
Mientras llegaba, me metí en la ducha entre terribles dolores. Avisamos a su tía y nos llevó al hospital.
Me metieron en la sala de reconocimiento, me sentaron en el potro y se dispusieron a oír los latidos.
La cara de desconcierto de la enfermera, hizo que yo, entrara en shock.
     -No la oímos, pero es posible que sea por la postura, pasemos a hacerte una eco.
Cual zombie, caminé tras una cortina sin saber siquiera como llegué.
Sólo recuerdo unos intensos ojos azules que confirmaban con un gesto con la cabeza, la peor de las noticias para una madre parturienta. No latía.
Me volví histérica y sólo repetía una frase: "Mi niña, por dios, mi niña"
Entró el papá desesperado al oírme.
La enfermera de esos intensos ojos azules, me agarró la cara y dijo: Tranquila, eres fuerte, y ahora, viene lo peor... tienes que parir y debes ser fuerte.
¿En serio? creía que era una broma de mal gusto, ¿debía parir? ¿Porqué no me la arrancaban de mi vientre y me libraban de tanto sufrimiento?
No pensé en nada, sólo se me vino a la mente al ver entrar a su tía una cosa: Vuelve a llamar a mi madre y dile que no venga, por dios, que no venga.
12 horas después de llegar al hospital, de recibir las visitas en la sala de dilatación de todos mis seres queridos,de hacerme la fuerte, de ver llorar desconsoladamente a mis padres, hermanos y demás...llegó la hora.
Entré en paritorio acompañada por mi madre y mi padre. Aproveché para evitarle ese mal trago al papá, que bastante había hecho ya.
No fue tan duro, como verle la cara a mis padres al tener que reconocer el cuerpo. Me negué a verla. quería mantener el recuerdo de su movimiento dentro de mi, sus volteretas y patadas, su reacción al escuchar música y sus saludos de buenos días en forma de zumbido. Y no recordarla inerte...
A la tristeza se unió el papeleo, la incineración, salir del hospital sin ella, que la gente pregunte, que todo sean pegas para arreglar la maternidad y poder cobrarla. Contar mi triste historia a todo funcionario público que encontré en el camino de tantas y tantas oficinas que visité.
Aún hoy, agradezco que mi pareja llevase todo el tema del seguro y su incineración discretamente mientras yo me recuperaba en la cama del hospital, que mi padre tuviera que reconocerla otra vez antes de que se la llevaran al crematorio, que me cuidaran esos días en su casa y que fuesen ellos quien vaciaran su habitación.
Agradecer a los profesionales del hospital de la mujer de Sevilla, el trato que nos dieron, lo bien que me trataron y el cariño y respeto que me dieron.
Tenía que esperar 3 meses para conocer la autopsia y poder intentarlo de nuevo, esta vez, con más ganas si cabía.
En febrero, nos llamaron, el resultado de la autopsia era concluyente. Muerte Súbita dijeron.
Que cuanto antes volviéramos a intentar quedarme embarazada, mejor sería para mi.
Y de nuevo, en Marzo, embarazada. La misma Fecha Probable de parto, niña y con más miedo que la primera vez... Trabajé hasta bien pasados los 8 meses, perdí 13 kilos en el embarazo (que me vino de perlas porque ser mamá con sobrepeso es un castigo)
No os lo vais a creer, pero, esos intensos ojos azules de la enfermera, fueron lo primero que vi al llegar al hospital esta segunda vez.
Y aquí está mi pequeña albondiguilla, y la razón por la que odio los Lunes multiplicado por dos... Y hoy, necesitaba desahogarme.
Y, cada día, un instante... volveré a pensar en ti.


                                        

sábado, 7 de marzo de 2015

Cuando el papá moderno es una Maruja.

¿Cuantas veces habéis rogado al cosmos que vuestro marido supiera fregar, limpiar, planchar, poner lavadora, y todas esas cosas que a las mujeres nos gusta hacer a medias (Y si es posible todo ellos)?
¡¡¡Pues dejad de hacerlo insensatas!!!
Mi querido amigo, amante, esposo y papá moderno sabe hacer todas esas cosas... mejor que yo.

¡ Es un infierno !
Domingo, 9 AM.
   -Cariño, ¿nos ponemos manos a la obra?
Yo me pongo con la cocina, el con la habitación grande y el baño. 25 minutos después se está quejando de lo lenta que soy, que la vitrocerámica no se limpia así, que hay que ponerle cristasol para que brille cual diamante recién pulido, que los vasos se ponen en el escurridor de arriba y no en el fregadero.
No me deja limpiar el suelo, porque él ,  llena el cubo con agua calentita, le pone 250 productos de limpieza diferentes. Moja el suelo en abundancia y después recoge y seca. Todo esto, yo, arrinconada con mi pequeña albondiguilla sin pisar lo mojado. SI, como las madres.

Otra discusión es la lavadora. 
Ropas separadas por color, la niña por un lado, nosotros por otro y la lavadora medio vacía para que lave bien. Vamos, que según su criterio tengo que poner 4 lavadoras para lavar 4 bragas y 3 calzoncillos.
Yo soy una mamá moderna y dinámica que vive a toda pastilla y siempre voy con prisas... ¡ No tengo tiempo de sacarle brillo a los vasos para el agua !

Recordad, cuidado con lo que le pedís al cosmos, porque puede hacerse realidad.



viernes, 6 de marzo de 2015

Los viernes ya no son lo que eran.

San Viernes... ¿que fue de ti? Tú antes molabas.

¿Recordáis cuando los viernes eran sagrados? Yo nunca fui de discotecas, de hecho, deje de ir, cuando ya tenia edad para entrar.
Siempre fui un bicho raro.
Apareció en mi vida un rubio príncipe azul que hizo que salir de marcha con las amigas pasase a segundo plano. Eso y que siempre odié el postureo nocturno.
Los viernes, pasaron a ser noche de cena y peli, o cena y charla hasta las tantas de la madrugada.
¿Habéis visto el anuncio de CocaCola? (Pincha para ver Spot)

Que gran verdad... eso es exactamente lo que ocurre en mi casa cuando llegan las 23:00 de la noche.
8 horas de trabajo (él en la hostelería) , lavadoras, limpieza,almuerzo, cena, batalla con nuestra Pequeña Albondiguilla, preparar mochila, ir y venir 4 veces al trabajo, ir a la guarde por ella... La lista es interminable.
Gracias al cosmos, que en casa no se plancha ropa; Si! nos la ponemos arrugada, ¿Que pasa? No, simplemente, tengo una técnica: comprar ropa que no necesita planchado, así nuestra vida es más fácil.

Sábado Sabadete... Jajajajajaja los cojones... El que dijo eso, no tenía ni idea ¡¡¡El mejor día es el domingo, que es el que estamos mas descansaditos!!!
Esas cosas, por la noche, son cosas de gente sin hijos. Gente que no tiene preocupaciones de horarios, rutinas y demás. Los padres, tenemos que adaptarnos, porque es como hacer una mudanza después de venir del Gym, una paliza.

Humor a parte, he visto que en Suecia, han reducido la jornada laboral a 6 horas, con el mismo sueldo. Así si... Así viviríamos de lujo. 6 horitas y pa casa. Así habría sábado sabadete, martes martetes, jueves, juevetes y todos los que querais. Pero mientras tengamos que ser esclavos de nuestra vida laboral, seguiremos quedándonos dormidos en cuanto toquemos la cama.

Disfrutad del finde, que a mi aún me queda batalla...

jueves, 5 de marzo de 2015

El móvil al que llama, está apagado o fuera de cobertura.

Ese escalofriante momento en el que veo en la pantalla de mi móvil:  Llamada entrante de "Guarde"

Lleva desde Septiembre en el mejor CEI que podíamos imaginar. Entró con 9 meses y me costó dejarla allí el primer día.
Me preocupaba que otros niños le pegasen o que no se adaptara, pero resulta que se ha convertido en la reina. Se dedica a robarle los bombones a la seño y a tumbar a los compañeros en el suelo y comérselos a besos.
Ya sabía que al llevarla al cole, se contagiaría de algunas cosillas de los compañeros, pero resulta que mi pequeña albondiguilla es la esponja de la clase y no hay una semana que no traiga un nuevo "huésped".
Gastroenteritis, "boca pie mano", sarpullidos víricos y todo lo que se os pueda ocurrir. Imagino que como es la besucona... Ya mismo me viene con mononucleosis, también llamada la enfermedad del beso.

Pues, de vez en cuando, recibo esa llamada. "Mami, que la nena tiene fiebre" "Mami, que la nena ha gastado los pañales y la muda de recambio porque tiene caca hasta el cuello"
Y mami, sale corriendo a toda pastilla desde el trabajo a recogerla.
Menos mal que trabajo para un familiar, por que este ritmo de vida, sería imposible sin esa "libertad".
Mamás modernas que trabajáis fuera de casa, ¿Cómo lo hacéis? porque me imagino que no todos los jefes son tan comprensivos como el mio.
Desde que di a luz, disfruto de 2 sábados y 4 tardes libres al mes y ese fue uno de los regalos que el Jefazo me hizo. A parte de total disposición de horas para las revisiones del nefrólogo y médicos en general.
¡Uiii ! que no os conté: Pequeña Albondiguilla, nació con un riñón poliquístico, totalmente nulo e inservible.

La verdad es que se agradece disponer de esos descansos por que tengo la sensación de que me la crían en la guarde y los abuelos maternos. (Que por cierto, son jóvenes y trabajan también)
Me gustaría tener más tiempo para ella, bajar cada tarde al parque, darle su merienda, pasear, bañarla tranquilamente, jugar hasta caer rendidas.
Pero, hasta que no sea una de las afortunadas del cuponazo de La Once... me tendré que conformar.



martes, 3 de marzo de 2015

Amado colecho.

¿Buenos días?
Que bonito es dormir juntitos los 3... A veces.
A mi, que hasta mi marido me estorba en la cama, me parecía inimaginable que ahora hubiera un miembro más.
Todo empezó al dar a luz y pasar una temporada en casa de mis padres. Empecé durmiendo en la parte de abajo de una litera de 90 con la "Pequeña Albondiguilla".
Todo era amor. Le daba el pecho mientras dormíamos, no se movía y nos sentíamos seguras ante la amenaza de atragantamientos y muerte súbita, en la cual por desgracia, tengo experiencia.
Después, una vez independizados de los abuelos, cambió por una cama de matrimonio y se me ocurrió la brillante idea de acoplar la cuna a un lado de la cama, dandole así la oportunidad de dormir juntos, pero en colchones diferentes... aunque siempre con la manita de mamá agarrando la suya.
Pero llegó el frió y a papá le daba mucha penita... con nosotros estaba calentita.
Todo era muy tierno, hasta que nuestro bebé aprendió que en la cama, la postura cómoda no es siempre la normal.
Sólo puedo deciros que esta mañana, hemos despertado en forma de H
                                          Así tal cual... pero ella, apoyada encima de nosotros.

El debate está en: Colecho si, Colecho no. ¿Cambias comodidad por ceder un poco de tu espacio? ¿Es bueno para los niños? ¿Es bueno para los padres? ¿Se acabó la vida intima? (leí en FB una afirmación de una mamá que no sabía que se puede intimar en otras horas e incluso en otros lugares)

Yo os voy a dar mi opinión personal: Yo, en mi casa hago lo que me da la gana, igual que todas vosotras y si mi hija, está más segura, descansa mejor y disfruta abrazando a sus papis... Mi hija, dormirá con nosotros hasta que por causas mayores tenga que dejar de hacerlo. Nosotros hemos dormido solos y plácidamente todos estos años, y ahora, es su momento.

Cada padres saben que es lo mejor y lo que no para sus hijos y es totalmente RESPETABLE. 
Odio que me digan: Uiii la estas malacostumbrado!!!!! Madres que sus hijos se comportan como bestias pardas y son unos maleducados y nadie les dice nada respecto a eso.
Si eso es malacostumbrar, bienvenido sea. Ya me encargaré de BienEducarla.