jueves, 1 de septiembre de 2016

45 Días.

45 días que me han sabido a Puro Azúcar.
Después de esos 15 días de la Albondiguilla con la familia materna al completo en el campo y yo disfrutando de mi "soledad", nos dispusimos a partir a la playa.
Una quincena de "relax" junto al mar.
Ella se ha enamorado. Ha vivido su primer amor de verano, el pequeño Javi, al mismo tiempo que mi hermana y yo nos derretimos con su papá.
Pero como ya sabemos, el amor es así de cruel. La edad, era un inconveniente ya que no tenían las mismas metas. Ella correteaba detrás de él, mientras él se reía de ella con sus amigotes. Vamos... lo mismito que en el mundo de los adultos.
Y a mi, se me partía el alma. ¡Y me daban ganas de secuestrar a padre e hijo e invitarlos a ser felices con nosotras! Muahahahahaha (risa malévola)
Al menos, hizo ejercicio tras de él por la piscina.

Y Julio, acabó. Arrancandonos de aquella urbanización tan hiper mega super guay.
Agosto, ha sido de lo más rompedor.
Noches en el parque, reuniones y cenas con amigos, un fin de semana en un chalet donde la reina de la fiesta era la Pequeña Albondiguilla, visita al acuario, paseos por monumentos de Sevilla... y Felicidad. Mucha felicidad.

Peeeeeeeero, el verano, se va... y en 12 días, empieza ¡¡El cole de mayores!!
Que cierto es, que una madre nunca deja de sufrir.
¿Operación pañal? Ja- Ja- Ja- Ja.
Permitid que me ría.
Los pañales ya no existen en su vida. Incluso se despierta de madrugada para hacer pipí en el baño. Pero la caca.... Já! eso es otro nivel.
¿Recordáis cuando os hablaba de lo bien que come? Pues como decía mi abuela: " Como come el mulo, caga el culo ".

Nunca imaginé que me vería preguntando cada 5 minutos si necesita ir al baño cuando estamos fuera de casa... Porque, si se lo hace en casa, pues mira, no pasa nada... alguna vez ha estado a punto de romperse la crisma al ponerse nerviosa. Pero en la calle y justamente no llevo muda limpia encima... ¡Eso es una faena!
No os voy a decir cuántas braguitas de Hello Kitty hemos perdido ya.

Pero va mejorando. Sus rabietas son cada vez más fuertes, cada día se acuesta más tarde, duerme menos siesta, se ha vuelto más delicada para comer, ya no pide, exige... ¡¡Vamos!! Que la maternidad es un regalo.
Un regalo de esos que te haces a ti misma y dices: me gusta, pero, se que me voy a cansar a los dos días, para eso no me gasto el dinero... Y VAS Y TE LO COMPRAS!  (ironía modo ON, que después me llamáis malamadre).

¿Os habéis dado cuenta que llevaba mucho tiempo sin escribir? No he parado: 15 días que he estado sola, más los 45 maravillosos días que he pasado con mi pequeña... que se me hicieron muy cortos...

Otro día, os hablaré de lo caprichoso que es el destino...





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