jueves, 3 de septiembre de 2015

"¿Cómo ronca mamá?" Y otras enseñanzas veraniegas.

La pequeña albondiguilla, ha tenido un mes y medio de vacaciones. 15 días a todo tren en la playa con los abuelos consentidores, 15 días de rutina en la ciudad y 15 días de vacaciones urbanas con mamá.
Urbanas por que decir : "Me quedo aquí, por que no puedo permitirme irme a Cancún" sonaba feo.
Además, su papá si trabajaba, asi que era tooooooda para mi.
Hemos aprovechado el aire acondicionado de casa a tope, hemos comido palomitas viendo pelis Disney, me ha vaciado la piscina de bolas en el salón, ha disfrutando con su nuevo escritorio/pizarra, ha reído, ha llorado, hemos ido a la piscina... pero sobre todo: he disfrutado de ella.

Añoraba verla dormir la siesta tranquilamente, y a eso me limité. A observarla.

Alucinar al ver como aprende, como entiende y como manipula.
La pequeña albondiguilla, no habla mucho. Se le entiende todo con gestos. Pero lo que si ha aprendido es a decir nombres de alimentos, supongo que por instinto de supervivencia ancestral.
Melón frente a la nevera, Galletas, mamáaaaaaa chocolate, Pan, agua, Coca-Cola, bibi, patata, yogurt, más más...
(Con una pronunciación envidiable).

Aprendió a poner caras. Tristeza, sorpresa, risa, dormida y hasta a roncar. ¿Cómo ronca mamá?- Le decían. Y yo, no sabía donde meterme.

Sorprendida me quedé yo... cuando la vi imitar a los animales, como una tarde le enseñó su papá. El monito, el cocodrilo, el pollito, el perro, el gato...

Ahora corre tras todos los gatos que ve por la calle, al grito pelao´ de !GATOOOOOOOOOO!

Que pena, que se hayan pasado las vacaciones tan pronto. Con viajes o sin viajes, lo que cuenta es el tiempo bien aprovechado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Adelante, ¿Qué tienes que decir?